Medidores Inteligentes. LLevando la electricidad a la era digital


René D. Jaimez.


La era digital, con su incremento en el uso de tecnologías de información, computadoras y aparatos electrónicos por el consumidor, han reducido la tolerancia a los cortes de energía eléctrica, la fluctuaciones en los voltajes y los niveles de frecuencia, y otras alteraciones en los cortes de energía eléctrica.”



Una Estrategia de Automatización de la Red de Distribución de Energía Eléctrica se ha desarrollado en países de primer mundo, lo que implica la instalación de medidores inteligentes que, entre otras cosas, permiten saber a los consumidores su consumo eléctrico casi en tiempo real, la implementación de esta red de energía eléctrica inteligente redundará en un menor número de cortes de energía eléctrica, disminución del tiempo de interrupción por usuario (TIU), mejor servicio para los consumidores, menores costos de operación, mayor seguridad, uso más eficaz de la fuerza de trabajo y mejor información sobre su consumo para los usuarios, brindando los elementos para realizar un mejor uso de la electricidad, además de brindar un servicio que de mayor soporte a las tecnologías de la información de la era digital.


Los consumidores podrán monitorear casi en tiempo real su gasto de energía eléctrica, mejorando el uso de la electricidad y planeando mejor su gasto, de la misma manera que se hace ya con otros servicios, por ejemplo, con la gasolina; cuando se llena el tanque del vehículo se sabe, de forma inmediata, el consumo que se ha realizado, resulta difícil imaginar que se utilizara primero el vehículo y que, después de un mes nos llegara la orden de pago, con un monto que probablemente no tuviéramos contemplado. Esto implicará una mejor administración de los gastos que se invierten en esto y un mayor ahorro de energía, lo que también redunda en la mejora ambiental al requerir una menor generación eléctrica (las presas hidroeléctricas arrojan problemas ambientales irreversibles y consecuencias sociales negativas, como el despojo de tierras y la pérdida de culturas originarias).


Esta tecnología se implementará lo más pronto posible en nuestro país, ya que arroja beneficios a la industria eléctrica, es decir, es rentable, esto debido a que permite realizar la lectura remota de los medidores, sustituyendo la lectura casa por casa, reduciendo costos, ahorrando fuerza de trabajo y reduciendo los tiempos, además de brindar capacidad de conectar y desconectar de manera remota el servicio eléctrico y mejorando en general toda la administración de la energía. Antes del decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro se hablaba de que en México se podrían instalar 145,000 medidores durante el primer año y posteriormente 200,000 medidores por año.


La infraestructura eléctrica del país es obsoleta, los medidores de electricidad que se usan en los hogares de México, al igual que una gran parte de la infraestructura eléctrica de nuestro país, son aparatos que en otros países son prácticamente cosa de museo, este atraso se debe a las sistemáticas negativas del gobierno para invertir en su modernización, y sin embargo, la infraestructura eléctrica de este país ha podido funcionar gracias a la amplia experiencia de la mano de obra ampliamente calificada del Sindicato Mexicano de Electricistas, el SME insistió siempre en la necesidad de aumentar el presupuesto para Luz y Fuerza del Centro, pero en lugar de eso el presupuesto se redujo para ahorcar a la compañía y ponerla en una bancarrota virtual (producida por comprar cara la electricidad a Comisión Federal de Electricidad y tener que venderla barata).


Los medidores actuales no permiten tomas de lectura exactas, lo que inconforma a los consumidores, por eso el SME insistió en llevar la electricidad a la era digital, ya que la obsoleta tecnología con la que los obligaba a trabajar LyFC les traía inconformidades e incluso insultos por parte de los usuarios; los medidores actuales y los mecanismos de toma de lectura son poco exactos y frecuentemente arrojaban montos irreales en la factura de los consumidores, lo que provocaba su inconformidad, que sin embargo, no se canalizaba hacia una exigencia de modernización de la toma de lectura de los medidores, sino en una inconformidad contra los trabajadores operativos de la compañía. Esta situación fue utilizada en los meses pasados por los medios masivos de información, como la televisión, radio y periódicos, para provocar una reacción de rechazo a los trabajadores del SME por parte de la población, brindando una información sesgada, amarillista y tendenciosa, ligada con los intereses del gobierno federal y de los capitalistas.


Los medidores inteligentes pueden ser un negocio muy lucrativo, y esa es precisamente la intención del gobierno federal al extinguir LyFC, ya que el SME insistió en implementar este tipo de tecnologías, pero no como negocio, sino como un derecho de la población del país, aunque serían los usuarios quienes pagaran los medidores inteligentes pagarían su costo, no un precio comercial que incluya la ganancia de otra empresa, además el SME planteó que sería necesario brindar asistencia a los consumidores de bajos ingresos, empelando una partida especial para no negarles este beneficio, estas propuestas son rentables, posibles y necesarias, pero el gobierno federal tiene intereses diferentes al bienestar de la población. Los medidores, instalados y operados por trabajadores del SME serían mucho más baratos de lo que serán sin ellos, ya que CFE subroga este tipo de trabajos a empresas privadas.