Fibra Optica ¿Derecho o privilegio?


René D. Jaimez


En tiempos como estos es común escuchar que en los noticieros hablen acerca de los cables de fibra óptica, en este artículo explicaré un poco acerca de qué son estas maravillas de la tecnología que, entre otras cosas, nos podrían permitir navegar por internet a las más altas velocidades, así como el servicio telefónico con capacidad para videoconferencias de manera gratuita, además de poder contener, en el mismo cable, la señal de televisión de alta definición.


Un cable de fibra óptica esta compuesto por un conjunto de fibras ópticas en el medio, protegidas por hilanduras de aramida y una funda, generalmente de plástico cuyo objetivo es proteger el núcleo que contiene el medio de transmisión frente a fenómenos externos a éste como son la temperatura, la humedad, el fuego, los golpes externos, etc. Dependiendo de para qué sea destinada la fibra, la composición de la funda variará. Por ejemplo, si va a ser instalada en exteriores, debido al peso y a la tracción bastará con un revestimiento de polietileno extruido. Si el cable va a ser aéreo, donde sólo importa la tracción en el momento de la instalación nos preocupará más que la funda ofrezca resistencia a las heladas y al viento. Si va a ser enterrado, querremos una funda que, aunque sea más pesada, soporte golpes y aplastamientos externos. En el caso de las fibras submarinas la funda será una compleja superposición de varias capas con diversas funciones aislantes.


Los cables de fibra óptica representan una alternativa a los cables coaxiales de la electrónica, ya que su peso es muchísimo menor que el de estos, permitiendo que los tendidos para colocarlos sean más amplios, de hasta 2 a 4 kilómetros de una sola vez, mientras los cables de cobre no suelen soportar tendidos mayores a 300 metros, pero incluso más importante que esto es el hecho de que soportan la transmisión de una cantidad mucho mayor de información; un cable de 8 fibras ópticas puede soportar las mismas comunicaciones que 60 cables de 1623 pares de cobre o 4 cables coaxiales de 8 tubos. Pero lo verdaderamente importante de los cables de fibra óptica no es el cable en sí, sino las fibras ópticas que este contiene.


La fibra óptica es un tubo del mismo grosor que un cabello, fabricado de vidrio o plástico, compuestos de silice o arena (materiales abundantes en comparación con el cobre), cada fibra óptica es, en realidad, la unión de dos fibras, por eso en cada fibra observamos la presencia de un núcleo, que tiene un alto nivel de refracción conocido como n1, mientras el revestimiento, fabricado del mismo material, tiene un nivel de refracción ligeramente menor que este, conocido como n2, cuando la luz llega al revestimiento el nivel de refracción menor este funciona como pared para limitarla y reflejarla, así es como funciona la fibra óptica; por uno de sus extremos se transmite una señal luminosa o haz de luz, emitido por un led o un rayo láser, luego la luz se va reflejando por las paredes de la fibra óptica en ángulos muy abiertos, de manera que viaja prácticamente por el centro, así se dirige la luz por largas distancias sin perdidas importantes. En el proceso debe existir también el transmisor y el receptor, que se encargan de transformar las señales lumínicas en frecuencias electromagnéticas, también es importante recordar que la luz sólo viaja a la velocidad de la luz en el vacío, por eso es importante el índice de refracción y la pureza de los materiales.


La capacidad de transmisión de datos de cada fibra óptica (en cada cable viajan varias fibras) es muy grande, ya que permiten enviar hasta 100 haces de luz (cada uno con una longitud de onda diferente) a una velocidad de 10 Gb/s cada uno, con lo que se llegan a obtener velocidades de transmisión totales de 1 Tb/s. Sin embargo, la capacidad de transmisión de información que tiene una fibra óptica depende de tres características fundamentales: su diseño geométrico, las propiedades de los materiales empleados en su elaboración (diseño óptico) y la anchura espectral de la fuente de luz utilizada. Cuanto mayor sea esta anchura, menor será la capacidad de transmisión de información de esa fibra. Por eso es posible que en el futuro se pueda ampliar aún más la capacidad de transmisión de la fibra óptica.


Navegar por internet a una velocidad de dos millones de bps, es lo que permite la fibra óptica, lo que es muchísimo si observamos que la mayoría de las personas hoy navegan por internet a una velocidad de 28,000 o 33,600 bps; la diferencia es abismal. Para dar un ejemplo de lo que se puede hacer con un sólo cable de fibra óptica mencionare el caso de AT&T, que en 1984 instaló un cable de 978 km. que corría de Boston a Washinton; este cable de menos de 25 cm. de diámetro, proporcionaba 80,000 canales de voz para conversaciones telefónicas simultáneas.


Triple play: Internet de banda muuy ancha, televisión de alta definición y servicio telefónico con capacidad para videoconferencias en tiempo real, no son ningún problema para los cables de fibra óptica, estos son probablemente los servicios más solicitados en nuestra época, y la fibra óptica los puede dar de manera sobrada, estable y segura. El problema lo podríamos encontrar en la discusión acerca de quién nos proporcionará estos servicios y bajo qué condiciones.


Los cables de fibra óptica ya están instalados en México, y es que, para brindar el servicio eléctrico tanto la CFE como LyFC instalaron en todos sus tendidos cables de fibra óptica, aún sin conocer que estos cables podrían ser aprovechados para la transmisión de información a velocidades de 1 Tb/s. Los requerimientos técnicos de la instalación de los tendidos eléctricos exigieron instalar varias lineas de cables de fibra óptica junto a las lineas de transmisión eléctrica, cientos de cables en país para entrar a la nueva era de la información y la tecnología digital, esto implica que no es necesario que se haga una gran inversión (de esas que el gobierno argumenta que sólo pueden hacer las empresas privadas), la inversión ya se realizó, en realidad, lo único que hace falta instalar son las “bajadas”, es decir, la instalación de cables de fibra óptica que bajen la señal de los tendidos a las casas e instituciones.


¿Los servicios de triple play se pueden brindar a bajos costos? La respuesta es sí, se pueden y se deben brindar a bajos cotos, esto es completamente posible, después de todo la inversión mayor ya fue realizada; la instalación de los cables de fibra óptica, lo que sigue, su mantenimiento, es verdaderamente económico, incluso el servicio se podría dar de forma gratuita a instituciones públicas, en realidad el problema se encuentra en quién y con qué condiciones administra las lineas y los servicios. El SME desde hace algún tiempo puso el dedo en la llaga, señalando que la prestación de servicios a través de las líneas de fibra óptica debe ser considerado como una derecho, no como privilegio y, por lo tanto, se debe realizar a través de una empresa estatal que beneficie a la población y no por una empresa privada que busque su beneficio particular a través de la obtención de lucro. Por su parte el que fuera director de LyFC, Jorge Gutiérrez Vera, reveló en su momento sus planes al considerar que para aprovechar esa infraestructura sería necesario crear una nueva empresa dedicada al negocio del triple play y para ello se requeriría inversión privada con un socio tecnológico nacional o extranjero, pero al dejarle la infraestructura a la inversión privada (IP) no existiría forma de controlar los criterios bajo los que se preste el servicio y este terminaría siendo un privilegio para quién lo pueda pagar.


Ya se han licitado lineas de fibra óptica de CFE, para la Iniciativa Privada, el último caso fue el de la licitación de tres rutas (pacífico, centro y golfo) con sus dos líneas, que representan un total de 21 mil 386 kilómetros, que deben ser adjudicadas justamente en este mes de enero. La del Pacífico, abarca de Baja California Norte a Oaxaca. La ruta del Centro, cruza todo el país de Chihuahua a Chiapas, con acceso a Guatemala por Tapachula. La del Golfo, cruza el país por el oriente, tiene dos salidas a la frontera norte por Nuevo León y Tamaulipas, y llega a la península de Yucatán con salida al cable submarino que conecta con Florida1. En esta licitación no ha sido un secreto que la empresa más interesada y segura ganadora es la española Telefónica, esta empresa, presidida en México por Francísco Gíl Díaz, fue la más insistente para presionar al gobierno para que licitara las líneas y es la que aún no cuenta con estos tendidos, a diferencia de la empresa del segundo hombre más rico del mundo; Telmex, de Carlos Slim. Movistar se podría aliar eventualmente con Televisa para ganar también las licitaciones del espectro. En este tipo de licitaciones son muy pocas las empresas que pueden participar, y las ganadoras siempre son monopolios, por lo que el argumento de que se fomenta la competencia es completamente falso. Sin embargo, la concesión de la red de LyFC fue otorgada en el 2000 a otra española: WL Comunicaciones.


La propuesta es la creación de una paraestatal que opere las lineas de fibra óptica; ya que por sus características no podría ser LyFC la que operara las lineas, pero se podría crear otra empresa pública que prestara estos servicios, sobre todo el de internet. Debería ser así porque en nuestros días es un hecho que el internet y el teléfono son una necesidad, no un lujo, y en cuanto a que se les considere como necesidad de la población mexicana es el estado el que debe tomar la responsabilidad de suministrar estos servicios, sobre todo cuando ya se cuenta con la infraestructura instalada por las empresas públicas de este estado, es decir, que es perfectamente posible que el estado suministre estos servicios sin que esto le signifique gastos extraordinarios, por el contrario, puede recoger ganancias. Es innegable que el interés de la iniciativa privada al invertir en la prestación de estos servicios no es de resolver la necesidad de la población, sino la de obtener ganancias, entonces, por qué una empresa pública no podría obtener ganancias también, aún priorizando su responsabilidad social sobre la obtención de lucro, sobre todo si consideramos que la infraestructura de fibra óptica es pública, pagada con nuestros impuestos, licitarla es, en otras palabras, regalarla a la iniciativa privada.


Regalar la fibra óptica a la IP es seguir regalando el país; esta ha sido y será la tendencia del actual gobierno de derecha, lo real es que no les interesa el crecimiento económico del país, les interesa el crecimiento económico de sus propios bolsillos, porque para que un país crezca y se generen empleos dignos es necesario invertir en la infraestructura pública, que garantice el respeto al derecho que tenemos los mexicanos a satisfacer nuestras necesidades y para hacer uso de nuestra propia infraestructura. Para nadie es un secreto que el mismo ex-presidente Fox tiene intereses en este negocio. La fibra óptica regalada a la iniciativa privada se traducirá en peor servicio, mayores costos y prestación del servicio sólo a quién lo pueda pagar. El uso público de la fibra óptica es nuestro derecho.


Complemento para la versión en internet (si les parece bien ahí).

Datos sobre la venta de la red de fibra óptica de LyFC. Son mil 500 kilómetros la totalidad de las redes de fibra óptica de LyFC.

El 24 de marzo del 2000 el gobierno de Zedillo otorgó una concesión a una empresa española llamada WL Comunicaciones para instalar su red de fibra óptica( esta concesión se publicó el 30 de mayo en el Diario Oficial de la Federación).


El 23 de agosto del 2005, en el gobierno foxista, se firmó un convenio entre los directores de LyFC y WL Comunicaciones, Luis de Pablo Serna y Cristóbal Mario Canales Lebrija, para que la paraestatal arrendara el espacio de un hilo guarda para instalar un cable de 48 fibras ópticas en los tendidos y otro de 60 fibras ópticas en las vías subterráneas. Los términos de dicho convenio establecían que la instalación, operación y mantenimiento de la red de fibra óptica estaría a cargo de LyFC quién finalmente podría utilizar 16 fibras ópticas aéreas y 24 subterráneas para brindar servicio de triple play a dependencias federales y locales, el resto las aprovecharía WL Comunicaciones.


Sin embargo, el 27 de noviembre de 2007 el presidente Fox modificó la Ley Federal de Derechos, la modificación consistió en que debían pagar derechos anuales por el uso de postes, torres, ductos o bienes similares, por lo que el convenio del 2005 se modificó para diciembre; LyFC otorgó a WL Comunicaciones un permiso para usar su infraestructura a cambio de que esta le otorgara 20 equipos de terminales ópticas para que pudiera operar la fibras.


El 30 de junio pasado Martín Esparza, secretario general del SME, y Gutierrez Vera, director de LyFC, solicitaron a la SCT un titulo de concesión para operar la red de fibra óptica y ofrecer servicios de triple play, ya que la clausula 15 del convenio establecía que si la empresa privada dejaba de utilizar la red de fibra óptica esta pasaría a ser propiedad de LyFC, a menos que la primera optara por retirarla. Unas semanas antes, en este mismo mes, la secretaría de Energía, a petición de Esparza, había reconocido que “es factible que LyFC gestione ante la autoridad competente la concesión para prestar el servicio público de telecomunicaciones”. Este fue sin lugar a dudas el punto medular que afectó a los negocios de los ex-secretarios de estado que pretenden hacerse del negocio de la fibra óptica y fu una pieza fundamental en la decisión de extinguir a LyFC.


Ahora, con la liquidación de LyFC, WL Comunicaciones esta aprovechando para instalar su red de fibra óptica; por las noches, en lo oscurito, realizan trabajos de instalación en diversas colonias del centro, argumentan que sigue vigente el convenio del 2000 y que tienen permiso de la delegación Cuahutémoc, sus cables terminan siempre frente a dependencia públicas, sus potenciales clientes. Sin embargo, la CFE también tiene una concesión de la SCT del 10 de noviembre de 2006 para provisión y arrendamiento de la red de fibra óptica.




¿Quiénes son los empresarios de la fibra óptica?

Ernesto Masterns; Accionista de WL Comunicaciones desde 2006. Secretario de Energía con Fox (2000 a 2003).

Fernando Canales Clariont; Accionista de WL Comunicaciones desde 2006. Último Secretario de Energía del foxismo -sustituyó a Calderón en la dependencia-.

Francisco Gil Díaz; Director en México de la empresa española Telefónica. Fue Secretario de Hacienda en el sexenio de Fox. Con su autorización se invirtieron 30 mil millones de pesos en la construcción de las rutas de fibra óptica de la CFE.

Stephen Cohen; Presunto dueño de WL Comunicaciones. Prófugo estadounidense residente en Tijuana que se enriqueció registrando nombres famosos de dominios de internet que después revendía.

1Fuente; La Jornada, 27 de Octubre de 2009, p. 24.